Estados pontíficios de grandes prelados, de Papas
pontífices, de sagrados Pedros, de piedras de iglesia,
de marmol y alabastros erígidos, de columanatas y
peristilos, de obeliscos majestuosos, de madrasas y
cúpulas y claraboyas, de capitolinos montes, de Castel
Gandolfo, de lacras rojas en las epístolas con sellos de
anillos, heráldicas del rey de las tres coronas
representante del gran rey que gobiena en las alturas,
el templo de Salomón, que nunca ha de ser destruido,
el mundo sin lamentos por que nunca ha estado en
ruinas, el cielo divino, el cielo de Cristo, sin
antípodas, ni paraísos terrenales, sin Hierolsolimas,
ni Romas eternas, sólo el sancto santorum y su
sacerdote, Jesucristo, el rey de reyes. Oh Roma quizás
en siete colinas fundada, quizás por gémelos de loba
láctantes, de Rómulos y Remos, de fraticidas
hermanos, de curias, senados, comicios, basílicas,
templos, arcos de medio punto, esculturas de
travertino, de Tíber señora, y de Esculapia isla, de
puertos de Ostia, y Lacios valles, de Ars magna, y
campos de Marte, Quirinos de guerra y majestad
imperial.
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva
Avgvstvs I).
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