Hermopolitana y Heliopolitana, dos ciudadelas, ambas lugar del nacimiento de la estrella que ilumina el cielo de día, y que por la noche en barca dorada acompoñado por Anubis y el barquero, hacen el viaje al reino del gran Osiris, donde Maat a de hacer justicia con la pluma y la deliberación depende la una balanza dorada y del corazón del difunto, pero el gran Ra y el gran Amón, que han de ser Amón Ra, nunca han morir como los mortales, ni su corazón ser pesado en la balanza del Maat, pues es Dios Puro de corazón, y robado su cartucho más sagrado para dar aliento de vida a Horus, el hijo de Osiris e Isis, Horus a de vengar a Osiris por siempre en brutal campaña contra su tío Set, y perder a Wadjet su ojo, que se ha de convertir en el gran Uraeus llevado en la corona del bajo y alto Egipto, que no se dija que el légamo, el Deshret y el Qemeth, no tienen límites, pues Happi ha de traer de las junglas el esquísito líquido de la vida, en afluentes, cascasdas, lagos y río y desembocadura finalmente, y de la casa del gran faraón de Egipto de Siwa y de Asúan, de Tebas y de Menphis, de Hierakonpolis y Elefantina, de Abu simbel y Hermopolis, de Heliopolis y la isla de Philae donde los templos son de grandes gobernantes erigidos de la mejor caliza y arenisca, y que en ellos en bajo relieves y altos relieves los jeroglíficos explican sus vidas, sus obras y sus desgracias, sus fracasos y sus campañas militares victoriosas, que el lirio y el papiro han de recordar por el resto de los siglos, Sobek, Ptah, Khnum, Khepri y Neftys nunca dejeís al gran faraón, protegedle de los males, maléficios, que sea bendecido por la contestación de sus plegarias y por las de sus súbditos. Por que los hijos de Marte se acercan por Alejandría...
Historian Designer & Novelist Writer:
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Avgvstvs I).
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