Tragedia y Rapsodia de Sófocles, el recuerdo de la Esfinge derrotada por Edipo rey de los antiguos deudos de tu reino, de príncesa Antígona desciendes, pero ciego no estas ni de ira, ni en odio.
Que canten los coros del pueblo, y los doce dioses que proclamen tus reino, que domen las bestias las liras, junto a Orfeo.
Oooh!!! ... Tebano señor que te sientas sobre tu trono y riges a los ejércitos de tú greca procedencia, que de Epaminondas creador de la esperanza de los que son servidores y leales a tus fueros, a tú gobierno sin claudicaciones, y que sin abdicar haz logrado tus grandes hazañas, ni la macedonia Pela, ni los Atenienses de Ática que descienden del príncipe Teseo, ni los lacedemonios descencientes de los Átridas de Menelao y del rey de Micenas Agammenón, y el rey Leónidas de Esparta, que en gesta contra los Persas fue golpeado y desvastado, hasta morir en batalla por los helenos, Tebano señor aún te levantas contra Corinto, Contra Tirinto, Contra Tesalónica, y los mercenarios de Tracia, aquellos que un sólo rey tienen y que venden a las mujeres como objeto de uso cotidiano, que con atavíos de lana y gorro frigio dominan sus tierras, los Ilirios y los Panonios, los Moesios, y los Pelasgos, y más al norte los Dacios que erradicados han sido de tus tierras, gobiernas con mano de hierro y aún los salvajes pastores Arcadios te temen.
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Avgvstvs I).
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