martes, 26 de noviembre de 2013

Una Francia apaciguada en su amargura... Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva).

Una Francia apaciguada en su amargura
Asombro, sopor, aliento y sollozo, violento e intempestuoso, viento de vida gradioso, majestad del virtuoso, cuerdas del violin y de la mandolina, de laúd y de la lira, del frenesí y de la ambrosía, del goce corpulento y de la gracia del momento, cortejo de euforía de estupendos hedonismos, gloria vana y momentanea un sueño aletargado después en soledad, el pasado recordado y luego olvidado, sólo de nuevo estar, erigido entre los dólmenes y los menhires, como roca de igneas procedencias, entre magmas y lavas ardientes somnolientas de azufres y sulfatos, de caricias mercurias y de cinabrios venenosos, de sabores nunca sentindo y emotivas remembranzas, somnolencias de la noche, de sátiros y faunos danzantes flautistas trinovantes, incenos comandantes al galope, pentagramas melódicos llaves de sol, entre do, re y mis, y la doncella de Lorena en oriflama, Von Bingen cantado en cánticos de monasterio, monocordio y órgano de agua, hastío de la vida solitaria y usufructo del momento, así en violento estruendo termina el obceno sentir, y el acarreó de la iridicencia, violencia sin cordura, de Catalana cintura, de reproche sin broches de atavíos desvocados, de aterciopelados en gazas en envueltos y de ébanos rizados, hambriento y alocado en llanto plañidero y regazo somnoliento de lecho solitario.
Tarantela y agonía de día y de noche, de satín sin reproche ha caído el vizconde, el Francia en las rosas y de los tulipanes, granaderos en dispararo en primeras líneas, cañones y polvora de medio día entre Alsacia y Lorena, tres horas desoladas y una doncella dolida por no volver a Francia, Inglaterra la quemado entre flamas y ascuas, inmolada su alma entre cenizas, con cruz en mano y la Carolingia espada que fue Clodovea, cayó en las manos de Alerçon para proseguir su paso, y devolverle a Reims y Paris la gloria a Francia, el monarca ungido y el delfin sosegado de justicia, la libra y la balanza, el franco y borgoñon, el duque de Arleçon a quedado fatigado, entre rosas y jazmines, entre magnolias y margaritas, girasoles y orquideas, sotobosques de helechos y frondosos arboreos boques de robles y encinos.
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Avgvstvs I).

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