Las flores de Jazmín
Jazmín flor de esquisitos perfumes de orientes nenúfares, de magnolias, pétalos rosados, frangantes hedores del pasado, el recuerdo de la flor más hermosa, en andalucía, del sefardí, del guerrero, de la tarantella y del bordado, el placer de los brebajes y líbaciones, de la ambrosía más dulce, del paseo por los puentes medievales del siglo doce, los torreones de igneo basalto, la sillería de los ajimeces de y las columnas de los peristilos donde terminan en medio punto en arcos múltiples, así como las flautas de los faunos y los panderos de las ninfas, de la lamías y aquelarres, de los trazos y bosquejos, de los juglares y menesteres de las cántigas angélicales, cantos de gregorianos, de urbanos papas, de cruzadas interminables hacia oriente, de teutónicas pasiones, de cruces de malta, y calatravos santiagos, jacobeos paseos por catedrales de bivalvas ostras, y de perlas nacaradas llenaría tus cabellos, diamantinos isododecaedros brillantes, y la travesía por los olivos de las cícladas islas de Grecia, de Rodas y Chipres, de Creta y de Thera, de Minos y de Midas, hija de la Artemiza, de Perséfone belleza, Iris alada de policromada de alas de prismas de arcoiris, añiles, púrpuras, verdes, rojos, azulinos, anaranjados, y rojos, satines, sedas, terciopelos, labios carmesí, de mercurio caduceo, de cistros de Sehkmet, de Hathor y Nephtys divina, flor de loto en que amón nació, y de Happi legamoso.
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Augustus I).
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