Boabdil que traía en las llaves de su reino siempre consigo y de gran sabiduría se jactaba, por Islam código Córaneo en de su procedencía real, que siendo niño fue quitado su único afán en placentera estadía de sus aposentos, y que sólo el viento llevo consigo las murallas, el viento de la polvora de los cañones de Castilla y de Aragón, Que Fernando y la Isabel reina dieran por contienda la terminada reyerta, en una afrenta sin igual ni parangón, que San Jorge y el Dragón habrían de dar muestra en flama siniestra de un león con torre roja, y que la cuádriga sin aúriga fuera controlada en un hipódromo, y que el Visigodo Roderico conde de Bética perdiera en Guadalete, y que ahora en el temple de Catilla con doña Isabel, en Cruz de guerra levantada en brutal oriflama habría de caer Granada, y en un haz de luz la Virgen contemplada, entre los cielos rodeada de nuebes blaquecinas, y los rayos y haces de sacra y pristina luz tocarán al pueblo que daba por perdido su terruño, y que finalmente expulsado el moro de la tierra bizantina volviera este Marruecos, la reina ahora en los mozarabes palacios gozaría del pasar de los Sefardíes años de sabiduría y enriquecería a su pueblo con los conocimientos dejados por los árabes, quienes resguardados en sus manúscritos Grecia y Roma aún vivían, en la lengua extranjera que sería tránscrita a la legua del vulgo español, y de catálanes, castellanos, vascones, asturianos, y gallegos, Castilla se alzaría de nuevo y ahora España una sóla sería, y con el paso de los años después de la reconquista habrían hablar de nuevos horizontes con Cristophoros Columbus se encontrarían, unos dirían Génoves y otros que de Bolonia provenía, el mundo no era plano y de tres carabellas del puerto de Palos zarparían la Santa María, La Pinta y La Niña, rumbo a las Indias y encontraría las Antillas, gobernador de Guanahaní sería, en cuatro viajes volvería preso y finalmente Colón que pensaba salir ileso, en tumba termino y el epígrafe fue impreso, pues se dijo a Castilla y Aragón nuevo mundo dío Colón, Don Fernando y Doña Isabel en Tordesillas de Alejandro VI darían por tomada la tierra consagrada a la evangelización y Portugal un terruño pequeño de proporción ínfima hará suyo, por el tiempo que restará, restaurado el imperio y ahora hegemonía del oceano atlántico España poseerían.
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Avgvstvs I).
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