El templario y el teutón:
El gran templario maestre era señor de una orden ecuestre de gran renombre, y el Teutón señor caballero en singular armadura sin abolladora y con blándido acero nunca dió sosiego a su corruptor, en la forja de la memoria de una cruzada muy añorada en por prelado romano, no existió tal mano que el hermitaño Pedro diera por niño tierno un guerrero en gesta, y que perdiera en este su vida al final de una batalla con dura y arrojada porfía, que en tiempos de guerra la condena fuera de canones y dogmas, que por cobrar en indulgencias habría que dar dinero y con ello sagrada la vida, y las escaleras de Jacob al reino de los cielos sería abierta, con ángeles y querubines, grande y poderoso volviste, por que donde fuiste, obtuviste con el sudor de tú frente en cada batalla, y en cada gesta, epopeya, reyerta y campal disputa, la gloria y la fortuna, y finalmente en ello, dieran los nobles señores conciencia de la imprudencia de ir a Hierolsolima con impaciencia, y que en los más terribles momentos de poca cordura dieran la irá por razón, y sin tezón ni perseverancia mantuvieran en constancia falacia y mentira los ibán sin coraza, ni lanza, solo con alabaza y canto, y cántico a luchar por libertar a los oprimidos, por que habría que tomar los príncipados, y los reinos a golpe de hierro, y Krak de caballeros levantar por donde fueran, para manterner fuera la enemigo, intramuros evangelio dar a los dolientes, y levantarlos entre la gente para darlos por nuevos compañeros, y levantar el escudo la espada y el yelmo, en cabalgata y al galope incestar la lanza en la carne y el hueso del contendiente...
Marcos Andrés Barros Ketterer (Marcvs Ivlivs Nerva Avgvstvs I).
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