jueves, 21 de noviembre de 2013

Himnos a una divinidad. Marcos Andrés Barros (MARCVS IVLIVS NERVA).


Himnos a una divinidad
Divina flor de loto ahora os abres a la luz de Selene,
tomas entre tus bellos pétalos dorados la refulgencia de las estrellas, el suspiro de las constelaciones de todo el cosmos, los astros, nébulosas y galaxías, en tí contenidas estan las palabras del aliento de Dios, todas y cada una, dominada por lo indómito del carácter de una reina, pues sumisión ante ninguno en lealtad has de jurar, súspiro de la plata de la luna y el dorado del sol, Hyperion y Helios y  en tí estan, así como, venus, afrodita, pero con la suavidad y gracia de una docella como artemiz, belleza nata, incluso antes de nacer estaban estaba profetizado tu despertar, el orgullo de Rea y el Gea, la espada de Temis que a veces se vuelve la ira del colmillo del león de Nemea, la luz de la inspiración de las musas, Hathor e Isis de Egipto y del légamo, amor de amores, tan fervientes como el magma, deleite de brebajes y ambrosías gloriosas, Ariadne de los de Knossos, Calipso de los Odiseos, Circe de Ulises, laberinto de minotauros enigmáticos, solsticio y equinoccio, elipse de translaciones interminables sobre el plácer más inquitante y desconocido, delirio y locura, pues orate se ha vuelto el que mira a tus bellos ojos, sometido cualquiera a de estar ante tal belleza, sólo tonto e ingenuo a de ser quien lealtad no te guardará, fiel ha de ser quien te cuidará, quién será probo de ser tú guardían, tu cancerbero, tu árcangel guardían para guardar con espada de fuego tú paraíso terrenal.
Marcos Andrés Barros Ketterer

No hay comentarios:

Publicar un comentario